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Perfecto para decorar dormitorios, salones o recibidores.
Su estilo industrial lo hace ideal para ambientes modernos.
Tapizado en cuero, disponible en varias combinaciones.
Ficha técnica
La piel es un material elegante y sofisticado que aporta carácter a cualquier estancia. Para limpiar un sillón de piel y mantenerlo como el primer día, te recomendamos que elimines el polvo habitualmente con una bayeta suave de microfibra o con un aspirador a baja potencia. Si buscas una limpieza más profunda, pásale una gamuza humedecida en agua y jabón neutro y sécalo después para acabar con la humedad.
La piel necesita nutrición e hidratación. Para su mantenimiento, existen productos adaptados en crema, pasta o aerosol. Un remedio casero es la leche corporal hidratante, ideal para nutrir un sillón de piel. Cada 2 meses, aproximadamente, aplícala en pequeñas cantidades sobre el tejido y extiéndela con la ayuda de un paño suave. Con esta rutina tu sillón recuperará todo su brillo y esplendor.
Lo primero que deberás hacer es deshacerte del tapizado anterior con la ayuda de un destornillador plano y unos alicates. Seguidamente, mide y corta la nueva piel para cada parte del sillón usando una cinta métrica. Una vez tengas las piezas de piel listas, grápalas con cuidado al sillón estirando del material en los bordes para que quede completamente liso. Si te sobra piel, anímate y confecciona fundas para los cojines. ¡Sillón como nuevo!
Las pieles sintéticas o polipieles son la mejor opción para tapizar un sofá o sillón, ya que cuentan con las mismas características estéticas que los tejidos naturales, pero garantizando mejores resultados. Son más robustas, requieren un mantenimiento muy sencillo y son más fáciles de limpiar. Otra de sus ventajas es el precio, puesto que la piel sintética resulta mucho más económica que la natural.