El casquillo es la parte en forma de cilindro que se une a la bombilla y encaja dentro de la lámpara, portalámpara o pendels. Estos conectores pueden ser metálicos o de cualquier otro material conductor. Algo esencial para que circule la electricidad. Eso sí, su exterior estará cubierto de plástico o cerámica para que puedan manipularse de forma segura.
Al comprar una lámpara, debes fijarte en el tipo de casquillo que tiene para adquirir una bombilla que encaje. A cada bombilla le corresponde un tipo de casquillo, por eso es importante seleccionarlo correctamente. Para ello debemos conocer los principales tipos de casquillos del mercado en base a como se conectan a la electricidad y cuál es su tipo de conexión (rosca o presión).
¿Qué bombilla necesita mi lámpara?
Debes fijarte en las especificaciones del casquillo. La letra indica el tipo de conexión y los números el diámetro de la bombilla. La letra E indica que es un casquillo de rosca, la C que es un casquillo a presión y la G que es un casquillo por clemas. Existen más variaciones, pero estas son las más habituales.
Además de esto, los casquillos pueden ser finos o gordos, como comúnmente se los conoce. Conociendo la letra y número de tu casquillo, encontrar una bombilla compatible será pan comido.