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Ver menosSe acerca el calor y quieres disfrutar a tope de tu terraza, jardín o patio, ¿verdad? Te entendemos, por eso te traemos los mejores consejos para que elijas la mejor tumbona con la que disfrutar del buen tiempo. Sigue leyendo para enterarte de todo.
Lo primero, ¿cuánto espacio tengo?
Es fácil caer en la tentación de comprar la primera hamaca que nos llama la atención, especialmente si, como las nuestras, está bien de precio. Sin embargo, antes de lanzarte a comprar, piensa en cómo de grande es el espacio que tienes: quizá, para una terraza de tamaño medio, sea mejor opción una hamaca pequeña que una gran tumbona que se coma todo el espacio disponible.
Si, por el contrario, eres el afortunado propietario de un gran jardín o patio, no lo dudes: echa un vistazo a nuestra selección, seguro que te quedas con más de una.
¿Qué uso le voy a dar?
Dicho de otro modo: ¿la tumbona va a estar cerca del agua? Si vas a colocarla cerca de la piscina, mejor una tumbona de resina o aluminio con el asiento de textilene, un material muy resistente y que se seca con rapidez.
Por el contrario, si la quieres para descansar en la zona del jardín, puedes elegir un modelo de madera con cojín acolchado, mucho más estético, pero también más delicado.
¿Al sol o a la sombra? Nuestro consejo: colores claros si va a estar al sol y lejos de la zona de comer, colores oscuros si va a permanecer debajo de un toldo o pérgola.
¿Tumbona fija o portátil?
Antes de elegir, piensa si te la vas a querer llevar a la playa o si la vas a dejar fija en casa. Si tienes pensado desplazarte con ella a distintos lugares, opta por un modelo plegable y ligero o la acabarás odiando. Sin embargo, si la vas a dejar fija en tu jardín o patio, es mejor que elijas un modelo más estable: te dará muchas alegrías en las siestas del verano.
¿Cuánto espacio de almacenaje tienes?
Este punto es especialmente importante en el caso de las familias, aunque no sean numerosas. ¿Dónde vas a guardar 4 tumbonas durante el invierno? Si no te sobra el espacio, elige modelos plegables y, si es posible, con ruedas, para facilitarte el desplazamiento cuando las vayas a retirar.
¿Vas a dejarlas en el jardín durante todo el invierno? Colócalas en la zona más resguardada del mismo y cúbrelas con una funda especial: te asegurarás que lleguen perfectas al próximo verano.
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