Cuando llega el calor, nos cuesta más coger el sueño, lo que provoca el temido “estrés térmico nocturno”, que no es otra cosa que la imposibilidad de conciliar el sueño…
Cuando llega el calor, nos cuesta más coger el sueño, lo que provoca el temido “estrés térmico nocturno”, que no es otra cosa que la imposibilidad de conciliar el sueño…